Nos encontramos con Andrómeda por primera vez, envuelta en Su infinita belleza, gracias a una estela de estrellas brillantes, mientras hacíamos senderismo en las montañas de los Apeninos, ubicadas en una zona poco conocida, pero encantadora, de nuestro hermoso país. Estábamos allí buscando un evento natural y espontáneo que pudiera considerarse un verdadero milagro de la Madre Naturaleza. En estas silenciosas montañas se lleva a cabo cada año un ritual casi sobrenatural: la floración. Entre finales de mayo y principios de julio, el altiplano de Castelluccio es testigo de este importante evento. Durante varias semanas, la monotonía cromática del prado se rompe con un mosaico de colores que van desde el ocre amarillo hasta el rojo. Aunque el festival de la "Fiorita" cae en los terceros y últimos domingos de junio, no hay un día específico en el que disfrutar de este encantador espectáculo. Cada año está en manos del clima estacional y hay que saber buscarlo porque no todos pueden encontrar nuestro aroma. Las especies de flores que tiñen el Pian Grande y el Pian Perduto en este período son innumerables. Caminando por los senderos puedes encontrar: gencianas, narcisos, violetas, amapolas, ranúnculos, narcisos, eugenias púrpuras, tréboles, tréboles y muchos más. Durante este paseo por los senderos del Pian Perduto, en un respetuoso silencio por la exuberante naturaleza que te rodea, te embriagas con los aromas y colores que llenan no solo los ojos sino también el corazón y el alma. Durante las noches de verano, en el austero bivouac junto a una hoguera crepitante, tu mirada recorre las brasas rojas del fuego, y con ella el alma comienza a volar hacia el gran cielo lleno de estrellas brillantes. Un ramillete de cítricos y aromas frescos emite efervescentes fragancias contrapunteadas por ylang ylang y agua de jazmín. Una frescura delicada que te rodea y te acompaña todo el día. Un aroma con una personalidad reservada, pero al mismo tiempo firme, encendido por el recuerdo del néctar de pera y el heliotropo blanco, envuelto por la dulzura del azúcar glas, el cacao y la leche. El poder de los lugares está contenido en esta preciosa ampolla de néctar que te hace revivir el sueño cada vez que la llevas puesta.