You or Someone Like You
“En On the Road, Jack Kerouac escribió: “Los Angeles es la ciudad estadounidense más solitaria y brutal”. Es la ciudad descrita por el personaje de Woody Allen en Annie Hall como la ciudad donde “la única ventaja cultural es poder girar a la derecha en un semáforo en rojo”.
Pero ello vienen los soñadores, por la luz del sol y las posibilidades, a esta tierra de oportunidades, donde la esperanza brota eternamente. Lo que sea que estén buscando (felicidad, amor, dinero, fama) las tentaciones los atraen más y más profundamente en este paraíso de concreto.
Y ustedes, soñadores, con sus sueños, pueden florecer, pueden marchitarse, pero no se dan por vencidos. Sigues viniendo, o piensas en venir, y a veces te quedas.
Porque algún día, alguien podría estar buscándote, señalándote, deseándote. O alguien como tú.
“Como muchos han observado, Los Ángeles no es una ciudad. Es un estado mental. Una extraña amalgama de lugares y lenguajes. Los Ángeles son ríos de carreteras de cemento e infinitas franjas de asfalto, tráfico y, a pesar de todo esto o debido a ello, uno de los lugares más hermosos e impresionantes de la tierra, una belleza hecha por la naturaleza y moldeada por la gente, el cielo cobalto y los verdes tostados de los parques del desierto, la niebla del océano, las blancas y delicadas flores amarillas de jazmín y madreselva que crecen en los letreros de estacionamiento que dicen ‘Permiso de estacionamiento, solo los infractores serán remolcados’.
“Tú o alguien como tú no es el ‘aroma de Los Ángeles’ o ‘el olor de Hollywood Hills capturado’. No es una de esas sinécdoques olfativas. Es, por otro lado, estilísticamente y en su construcción técnica lo que un habitante de Los Ángeles usaría. Es contemporáneo, del siglo XXI.
You or Someone Like You es una fragancia acogedora: ni desagradable ni extraña. Es una creación contemporánea construida alrededor de materiales atemporales.
Encarna a los habitantes de Los Angeles; una vez extranjero pero ahora nativo; muy expuestos a los sueños de la gran pantalla de Hollywood pero no tocada por su maquinaria materialista. Encuentra consuelo en la literatura y en el jardín de su casa, que se encuentra en las colinas que dominan el centro de Los Ángeles.
El aroma los representa en la forma en que todas esas elecciones nos representan a nosotros. Puede ser concreto, como una hermosa rosa verde. Sin embargo, puede ser abstracto, como una composición de Erik Satie, ya que es un rompecabezas tan misterioso que es difícil de desentrañar.
El perfume vigoriza los sentidos con su atractivo fresco y acogedor.”