La hermosa diosa representa el poder salvaje e incontrolable del amor, la pasión y la seducción, capaz de unir y abrazar elementos de naturalezas opuestas, hombre y mujer, fuerza y amabilidad, pasión y dulzura. Es capaz de encantar y de llevar los corazones a los sentimientos más desenfrenados e inconfesables. Acampados alrededor de una gran hoguera, en el altiplano junto a las ruinas de Pafos, donde apareció por primera vez Afrodita, nos encontramos frente a un mar cristalino y azul, envueltos por los persuasivos aromas y los intoxicantes perfumes de una naturaleza exuberante y salvaje, tan seductora y embriagadora como la hermosa Afrodita misma. Nuestras mentes quedan aturdidas por tanta maravilla y nuestros sentidos se dejan transportar lejos en éxtasis, al son animado de la madera crepitando en el fuego.

La creación se abre con un aroma floral especiado, con un toque hipnótico de misterio. Las flores de lila abrazan a los granos de pimienta rosa y luego se asientan suavemente en la fuerte dulzura de las bayas de vainilla, enfatizadas por el melocotón blanco y las grosellas blancas. Este bouquet inmediato y fascinante conduce directamente a las profundidades del ser interior. Redescubre una fuerza ancestral y primigenia fundada en la opulencia de flores mágicas y hechizantes como el absoluto de tuberosa, en contrapunto con el neroli y el iris, y a su vez endulzada por el lirio del valle y el geranio que rodean el precioso feromona seductora. Un arma tan sutil como poderosa, capaz de gobernar los corazones de quienes nos rodean. El aroma está enraizado en una sólida base de maderas donde el pachulí se destaca como un poderoso afrodisíaco y el ébano, suavizado por la delicadeza del sándalo y el almizcle blanco, se enfatiza con la nota sudorosa del ámbar gris que emana un poderoso feromona del amor.