La creación contenida en la botella negra de la colección clásica está inspirada en un viaje a uno de los golfos más hermosos de Italia. Un lugar rebosante de historia y poesía, música y tradición, gracias a su belleza infinita, casi desarmante, que deja a cada viajero hechizado y anhelando quedarse allí para siempre. La parada de Paolo y Tiziana describe esta tierra mágica, tan hermosa y salvaje, llena de contradicciones y debilidades, pero también llena de fuerza y generosidad, exactamente como la exquisita fragancia que inspira. Estamos en el Golfo de Sorrento, navegando por las hermosas e características islas que lo convierten en único en su tipo en el mundo. De repente, la silueta de Capri emerge de la nada, y un poco más allá, le sigue Procida y su legendario vecino Ischia. La fragancia está inspirada en las frescas tardes en el aire marino salado pasadas en un viaje por esta tierra fruto de una tradición centenaria, con sus sabores fuertes y audaces y sus aromas celestiales y divinos. La esencia de un fuego rugiente encendido en una noche negra en la cima del acantilado de Zaro en Punta Caruso en la Isla de Ischia. Acantilados que descienden bruscamente hacia el mar, mirando hacia el Golfo. Una noche sin luces, en una oscuridad más oscura que el negro de la noche, iluminada solo por el chisporroteo de la hoguera y por la tenue luz de las brasas que rompen el silencio de la naturaleza; un fresco, viento perfumado se levanta alrededor de Paolo y Tiziana, un viento que abarca todos los aromas del monte mediterráneo, tan lleno de belleza e historia. Es entonces cuando se perciben por primera vez los famosos Cítricos de Sorrento, con limones y naranjas bergamotas, contrastados por la especia del tomillo sobre un fondo de bayas de enebro y lavanda inglesa. Las notas de corazón laten fuerte con flores sofisticadas y preciosas como el Ylang-Ylang y la jacinto, hábilmente combinadas con el cardamomo irreverente y el dulce almizcle blanco. El toque de sal del mar mezcla el perfume, creando una sensación de frescura única, que toma fuerza al ser injertada en las notas proporcionadas por los poderosos sándalos, el cedro cubano y los preciosos maderas de pachulí rojo, mezcladas con almizcle de roble. Una fragancia exquisita que te elevará y te llevará suavemente a través de la superficie del agua del mar con sus envolventes y suaves notas, fresca y generosa pero al mismo tiempo cálida y amable; una creación sensual y seductora, con una belleza simple que hace eco de la inmensa belleza de la naturaleza y de nuestra espléndida patria. ¡Esta preciosa botella guarda toda la emoción de una noche pasada en el golfo de Sorrento, disfrutando de la salada emoción del viento del noroeste, con las famosas notas de O Sole Mio sonando de fondo ... usa esta fragancia con los ojos cerrados para ver tu belleza interior!